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EL REALISMO CONCEPTUAL DE ROSA MARGOILLES

La totalidad del trabajo de la fotógrafa, accionista e instaladora Teresa Margolles evoca la devastación moral a través de relecturas de la muerte orgánica y su circunstancia. Resignifica a la muerte con luminosa claridad en uno de los ángulos de la vida social que nos atañe profundamente, aunque no esté a la vista: la muerte no diferenciada; los cadáveres no identificados o que, identificados, no pueden ser rescatados de la morgue e inhumados, por falta de recursos, o por desamor, o por muchas otras rezones como la parálisis burocrática, una de las características de la administración estatal.





Ante Banca y El agua de la Ciudad de México , de las instalaciones más recientes en el haber de Teresa Margolles, y al rememorar su bien plantada obra anterior, por ejemplo los Autorretratos (México, 1998) (ella, acompañada por cadáveres), los botes de Sin título (México, 1997) (con restos de grasa humana pegados como si fuese parafina), Andén (Cali, 1999) o el muro de 157 km México-Tecali (Tecali, 1997) (construido con mezcla de cemento y cadáveres de animales muertos en dicha carretera), no es posible dejar de pensar en los sistemas político-económicos que dinamizan la paradoja vida-muerte en las sociedades de hoy. Desfilan en la imaginación del espectador los términos "capitalismo", "imperialismo", "neoliberalismo", "globalización", éste último en términos de su capacidad de homogeneización económica y cultural que destruye el enlace de repetición y diferencia en la que la vida manifiesta su incesante esplendor. Mas en su compenetración inevitable con el arte, los efectos de la globalización se topan con un ámbito único en el que se defiende y multiplica la singularidad de ese proceso; los elementos que indiscriminadamente germinan económica, política, culturalmente hablando, se esparcen por el orbe al compás de ese fenómeno devorante, son decodificados y erigidos en el arte en universos formales y ético-estéticos que regresan a sus receptores un producto enriquecido por la imaginación y un plano conceptual potentísimo en que expresión y sugerencia van de la mano.




La artista, que representó a México en la 53 edición de la Bienal de Arte, llenó un cubo de agua con la sangre de los muertos por el narcotráfico de su país, y un hombre limpiaba con ella el suelo. El espectador entraba en la sala y pisa el suelo mojado

1 comentario:

  1. A verdade, que a sua obra de Mexico pareceume explendida, se consideramos o contexto social do que parte... E o feito de que o sangue pertenza a autenticas victimas faria sorprender ao espectador.

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